El estrés es un gran problema de salud en nuestra sociedad actual. El estrés y la depresión afectan a un 54% de la población española y las bajas laborales por estos dos motivos provocaron una gran pérdida de dinero durante el 2008. "No tengo tiempo" es una expresión demasiado utilizada. La dificultad en organizarse el tiempo, asumir más responsabilidades de las possiblidades que tiene una persona, no dedicarse un espacio necesario al descanso personal o no poner un límite entre el espacio personal del profesional genera mucho estrés. El tiempo es imprescindible, inexorable, inelástico e insustituible. Por lo tanto, como que el tiempo no es un chicle que se puede estirar bajo nuestro criterio e interés, se debe partir de la realidad del tiempo, no de la fantasía ni del deseo. Un buen ejercicio es observar cómo nos organizamos el tiempo: en función de las obligaciones o en función del tiempo disponible? La gestión del tiempo más efectiva no tiene que ver con complacer a los otras ni dejar las cosas para después ni tampoco en caer en la trampa de la actividad. Por este motivo, lo más adecuado es organizarnos en función del tiempo, no de las obligaciones. Una persona se puede quejar de como utiliza el tiempo, pero no de no tenerlo. Por lo tanto, cuando alguien piense en la frase "No tengo tiempo", es necesario tranformar-la en una pregunta ¿En qué quiero invertir mi tiempo?. Finalmente, te recomiendo leer un breve cuento sobre las prioridades a la vida denominado Mayonesa y café que publiqué el pasado mes de febrero en el blog. "Nada me han enseñado los años, siempre caigo en los mismos errores, otra vez a brindar cono extraños y a llorar miedo los mismos dolores". Tal y como expresa este fragmento de la canción En el último trago de Chavela Vargas, el tiempo es una fuente de aprendizaje si sabemos como utilizar-lo. El tiempo no es el fin, es simplemente un medio.
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